1 manojo de ajos tiernos
3 puñados de gambas congeladas
3 huevos
1 brick pequeño de nata líquida
sal
aceite de oliva
pimienta blanca
1 placa de pasta brisa
papel de hornear
Esta receta es muy fácil, y dependiendo de las porciones puede ser un estupendo segundo plato o sirviendo porciones pequeñitas lo podéis utilizar como entrante para cualquier menú seguido de un plato de pescado o marisco.
Para los inexpertos os sugiero comprar la pasta brisa en el supermercado, que es muy económica. Los que tengáis más práctica en la cocina podéis hacerla vosotros mismos, que es muy fácil.
Para empezar tenemos que precalentar el horno a la temperatura que os indique el paquete de la pasta brisa y descongelamos las gambas. Los que no tengáis microondas lo podéis hacer sumergiéndolas dentro de la bolsa en agua caliente un par de minutos.
Mientras se calienta el horno, pelamos los ajos tiernos -quitándoles la primera capa- y los lavamos un poco. Seguidamente los cortamos a trocitos de 1 cm y los ponemos a dorar a fuego suave en una sartén con un poco de aceite de oliva ( con una cucharada de aceite es suficiente). Cuando veamos que empiezan a estar dorados y al apretarlos con la espátula ya no están "crujientes" añadimos las gambas, que habremos dejado escurrir y habremos secado con papel de cocina o un paño completamente seco y limpio.
Las gambas sólo deben dorarse, después todo se acabará de cocer en el horno.
Ponemos el papel de horno en el molde que vayamos a utilizar y extendemos la masa por encima, ajustándola bien y presionando los laterales con los dedos. Recortamos la masa sobrante, pinchamos el fondo repetidamente con un tenedor, cubrimos con papel de aluminio o de horno y la introducimos en el horno. A los 8 minutos retiramos el papel y dejamos que se dore un poco.
Batimos en un bol los tres huevos y la nata, añadimos los ajos tiernos y las gambas y sal-pimentamos. Si no tenéis pimienta blanca podéis usar negra, pero la blanca es más suave y se lleva mejor con los pescados y mariscos.
Con cuidado, sacamos el molde del horno y rellenamos con la mezcla. Lo volvemos a introducir en el horno por 15 min a unos 160 º. Estos tiempos son orientativos, depende del horno y del tamaño de los huevos (generalmente uso medianos), el truco está en pincharlo con un palillo, y si sale limpio ya está hecho.
Os recomiendo esperar unos minutos para desmoldarlo y que lo saquéis tirando del papel de horno.
Si lo vais a usar como segundo plato yo lo suelo acompañar de unas hojas de canónigo o de hoja de roble con una vinagreta ligera.
¡Que aproveche!
Madre mía que rica :___D
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