Ingredientes:
Lechuga variada
2 naranjas
6 ciruelas secas sin hueso
taquitos de bacon (opcional)
queso emmental rallado
queso parmesano rallado
sal
vinagre
2 cucharadas de miel (o más si sois golosos)
aceite virgen extra
Poner el horno a precalentar a unos 170 º. Empezamos cortando la lechuga y poniéndola a remojo en agua bien fría. Mientras tanto, ponemos sobre una lámina de papel de horno o de papel de aluminio el queso rallado emmental, formando unas tiras de dos dedos de ancho y unos 15 cm de largo, y las espolvoreamos con parmesano. Metemos la bandeja en el horno a media altura hasta que el queso esté fundido. Luego, la pondremos arriba para que se gratine, hasta que estén doradas, pero cuidando de que no se tuesten o el queso amargaría. Si vamos a añadir el bacon, podemos meterlo en el horno en algún recipiente antiadherente o cazuelita de barro para que se haga en su propia grasa. Debe quedar crujiente, pero no muy tostado, para que sea jugoso.
Mientras está todo en el horno cortamos las ciruelas en 4 partes; pelamos 1 naranja (sin que quede nada blanco) y la cortamos a trozos pequeños y exprimimos la otra. Con el zumo preparamos la vinagreta: diluimos dos cucharadas soperas de miel en el zumo y le añadimos vinagre de módena al gusto y aceite.
Retiramos el queso y el bacon del horno y ya podemos emplatar: escurrimos la lechuga y la salamos ligeramente. La colocamos en el fondo del plato y repartimos los trozos de ciruela y de naranja. Añadimos el bacon y la aliñamos con la vinagreta. Por último colocamos los crujientes de queso decorando el plato, el cómo dependerá del plato y de vuestro gusto.
¡Que aproveche!